martes, noviembre 04, 2014

Receso obligado

Hola, buenas.

Vosotros no los sabéis, pero el blog está de sequía. Mi ordenador particular tiene problemas bipolares y ha entrado en una fase de autolesión grave, que me ha aconsejado llevarlo al siquiatra. Estoy esperando que me diga cuándo lo da de alta, si es que lo da.

La cosa es que como apenas puedo escribir unas líneas, me asomo para plantearos una cosa, sobre la que podéis opinar en el capítulo de comentarios.

La cosa es que a veces (la verdad es que ocurre bastante a menudo) uno se encuentra con episodios históricos que no pueden calificarse sino de novelescos. Son historias intrincadas que parecen inventadas por un buen guionista de la HBO. Últimamente me ha pasado, por ejemplo, revisando material sobre lo que podíamos denominar «el affaire Hitler-Röhm», que fue reclamado por semiaclamación popular recientemente, y donde hay mucha tela que cortar.

Cuando un episodio es rico en detalles y acciones se plantean dos maneras de contarlo. Una es la profesional, que es la que usamos en este blog para casi todo. La otra es la novelada, esto es convirtiendo la historia en un relato con su acción, su reacción, su nudo, su desenlace, y esas movidas.

La pregunta es: ¿apetece, de cuando en cuando, este segundo modelo?

Hay que pensarse un poco la respuesta; los textos novelados son más trabajosos de elaborar, así pues abordar uno tendería a ralentizar el blog, aunque también es verdad que, como suelo combinar series distintas, siempre puedo acudir a otros temas para ir alimentando el blog. Pero es obvio que una serie novelada iría más lenta que otras.

La otra duda que me asalta es el nivel de purismo de mis lectores. La mayoría de los historiofriquis que conozco aborrecen la literatura histórica; y yo, desde luego, no les afeo el sentimiento, porque buena parte de ella es bastante mala. Pero aparte de todo, hay un sentimiento entre la gente que gusta de la Historia, en el sentido de que no es bueno mezclar cosas; la Historia es Historia y el relato, relato.

Bueno, ahí lo dejo. Leeré las opiniones con fruición e interés.

16 comentarios:

  1. Yo prefiero el estilo actual al más novelado y, por lo que pagamos los lectores*, creo que no merece la pena que se tome usted más trabajo (salvo que le apetezca, claro, que para eso el blog es suyo)


    *Y, hablando de pagar ¿No se ha pensado en sacar algún libro electrónico más? Yo los compraría encantado y así se podría compensar un poco su trabajo (aunque solo sea para tomarse una copa)

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    1. Podría ser. De todas formas, no bebo.

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    2. Bueno, quien dice una copa, dice un café o un pincho de tortilla.

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  2. A mí me gusta el estilo actual. Si quisiera leer una novela histórica, leería a Dumas o a Víctor Hugo.

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  3. Aunque soy un lector bastante reciente(no se si eso obsta o califica mi opinion),voto por la continuidad del estilo.Un estilo ameno pero no superficial,con toques de ironia,a ratos brillante.No cambie.Resista en la linea.Cordiales saludos desde Argentina.

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  4. Anónimo9:49 a.m.

    Lo muchos años que llevo aquí, son fundamentalmente porque lo dejo todo en tus manos. No solo disfruto de tu experiencia, sino también de tus decisiones. El verano que nos regalaste tu novela, tengo que reconocer que la disfrute bastante, fue muy divertido esperar día a día una nueva entrega, de un material muy interesante, pero también muy relajante. Haz lo que mas te apetezca, parte del encanto de tus escritos, está en el gusto que les dedicas, se "lee" como disfrutas con esto, y eso también es muy importante.
    R.G.A.

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  5. Anónimo10:02 a.m.

    De forma profesional. Saludos.

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  6. Anónimo11:12 a.m.

    Coincido. El estilo actual me encanta. Otra cosa es que en sus ratos libres le apetezca hacer algo novelado que seguramente leeremos con gusto, pero... que no quite tiempo al ritmo actual de publicación! :)

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  7. Aunque el el estilo que has venido empleando estos años me encanta, entiendo que haya episodios que ye pidan que los noveles.

    Por mi parte, creo que lo más importante es que te sigas divirtiendo con esto, pues es la forma de que los fieles sigamos teniendo nuestras dosis. Así que sinceramente y con todo mi egoismo: haz lo que te pida el cuerpo en cada caso.

    Y como matiz a la novela historica, tan denostada, coincido en que no hay nada peor que una mala (el 98% de ellas), pero cuando te encuentras con una novela historia excelente, puede convertirse en una joya insuperable. El ejemplo clásico y no por muy usado menos válido, son las novelas romanas de Colleen McCullough, donde en tropocientas páginas te dan un repaso de los cien años claves de forma amena, didáctica e históricamente veraz o, al menos, apuntando con detalle las licencias que ella se toma.

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  8. Anónimo12:31 p.m.

    Por favor, siga como hasta ahora. Su trabajo es excelente. Pero si le apetece, le divierte, le motiva explorar las posibilidades que ofrece la literatura a la historia, adelante. Le seguiré igualmente.

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  9. Para mi gusto, tal y como escribes me parece bien, pero obviamente si te apetece escribir de forma novelada también te leeré. Al menos sabemos que estará bastante bien documentada y no hablarán los personajes de las Cruzadas como lo haría un tipo del siglo XXI y encima intelectualmente simplón (lo siento, me viene a la memoria Orlando Bloom en el Reino de los Cielos y me subo por las paredes).

    Por lo demás, no comparto la denigración general a la novela histórica por lo puristas de la misma forma que, en algo que me resulta más cercano, el desdén de muchos físicos a la ciencia ficción. Ni la novela histórica es Historia ni la ciencia ficción es Ciencia, pero cumplen su misión. A mí, como a mucha gente de ciencias, la ciencia ficción me llevó a la Ciencia y la novela histórica me acerca a la Historia. Ambas me excitan la imaginación y ésta es necesaria para buscar el conocimiento. En la actualidad muchos físicos utilizan la ciencia ficción para explicar física a través de sus errores y aciertos pero sospecho que pocos historiadores hacen los propio con la novela histórica. Y es un error mayúsculo porque en el fondo la Historia (la vida de los hombres) no deja de ser una novela. O si se prefiere, la novela es una aproximación a la vida. Tuve un profesor de historia que siempre empezaba la clase con un relato. Después de más de treinta años recuerdo palabra por palabra el relato del príncipe Federico al entrar en la batalla de Sadowa. Y debo hacer constar que luego nadie en la clase perdió coma de lo que fue la unificación alemana.

    Desde luego hay novelas mejores o peores en su vertiente literaria y en su vertiente histórica y desde luego no se puede comparar a Robert Graves con Ildefonso Falcones, pero en fin, yo no las descalificaría como género.

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  10. Estilo actual. Y muchas gracias por este magnífico blog.
    Un abrazo.

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  11. Por favor, como hasta ahora y muchas gracias por tu excelente trabajo.

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  12. Anónimo12:47 p.m.

    Como hasta ahora, y a poder ser, de temas más "novela negra".

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  13. A mí me gusta más el estilo "profesional" que el novelado, pero de cualquiera de las dos formas te voy a seguir leyendo. ;-)

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  14. Sigo tu blog desde hace años y coincido con los otros comentaristas; como dijo Bert Lance: "If it ain't broke, don't fix it". Para temas divulgativos soy mas de ensayo que de novela, que le voy a hacer.
    Ahora bien, esta es tu web y te la "novelas" cuando quieras. Confío en tu buen hacer y estoy seguro de que nos seguirá gustando sea cual sea el estilo con el que abordes.
    Aprovecho para, no solo felicitarte, sino también darte las gracias por el blog.

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